El teletrabajo se ha consolidado como uno de los grandes cambios que pymes y grandes empresas han experimentado durante este último año y que ha conllevado por un lado efectos positivos como una conciliación familiar más pronunciada y una transformación a un modo de trabajar más interconectado con herramientas en la nube y, por otro lado, un empeoramiento de la salud mental y física de los trabajadores.
Según un estudio elaborado por Fellowes en España, la salud y el bienestar físico de los trabajadores ha pasado a un segundo plano para las empresas, ya que el 55% de las personas encuestadas considera que sus empresas no les ha ayudado a crear un espacio de teletrabajo saludable. Esto se debe a la falta de medidas adoptadas por las empresas que ha desembocado a una mayor sensación de estrés y soledad.
En cambio, la adopción del teletrabajo no ha sido negativa en todos los aspectos, ya que muchos consideran de forma positiva el hecho de poder establecer los despachos en los domicilios, ya que permite mejorar la conciliación familiar y reduce los tiempos de traslado.
Además, los servicios en la nube, también conocidos como cloud computing, han permitido aportar flexibilidad a los despachos, aparte de ser una opción segura con una conexión cifrada que ha garantizado la privacidad de los datos. Gracias a la aplicación empresarial de la nube, las asesorías han sido capaces de llevar a cabo una jornada de teletrabajo de calidad y manera colaborativa entre los empleados con un acceso más fácil y rápido a los datos compartidos.
Así pues, el aumento del teletrabajo en el último año ha conllevado a promover en las consultorías y asesorías un modelo de negocio que potencia las posibilidades de tener las herramientas de trabajo en la nube, aprovechando algunas de sus ventajas como la mejora en la seguridad de la información empresarial y la mejora de la productividad producida por una mejora de la coordinación entre los empleados.